Páginas

jueves, 9 de septiembre de 2010

Pedimos pizza.

Era tarde, ni ganas de cocinar. ¿Qué hicimos entonces? Pedimos pizza.

Conseguimos el teléfono de un “delivery” y encargamos. ¿Qué pedimos?

Que otra cosa podríamos pedir que no fuera una tradicional grande muzzarella, media masa y un par de fainas.

Nos dijeron en 40 minutos está por ahí y llegó mucho antes, a los 20 estábamos bajando a recibir al muchacho que nos la trajo.

La pizzería se llama “Cambalache”, en el Barrio de Belgrano. No fue cara y la pizza fue rica. No la mejor, tampoco la peor, por suerte.

Por suerte tenemos variedad para ir probando y probando hasta cansarnos y decidimos hacer eso. Así que se lo vamos a ir contando, de a poco.
Es una gran ventaja vivir en una ciudad con tanta oferta “pizzera”, al menos para aquel que gusta de este plato tan simple.