Era tarde, ni ganas de cocinar. ¿Qué hicimos entonces? Pedimos pizza.
Conseguimos el teléfono de un “delivery” y encargamos. ¿Qué pedimos?
Que otra cosa podríamos pedir que no fuera una tradicional grande muzzarella, media masa y un par de fainas.
Nos dijeron en 40 minutos está por ahí y llegó mucho antes, a los 20 estábamos bajando a recibir al muchacho que nos la trajo.
La pizzería se llama “Cambalache”, en el Barrio de Belgrano. No fue cara y la pizza fue rica. No la mejor, tampoco la peor, por suerte.
Por suerte tenemos variedad para ir probando y probando hasta cansarnos y decidimos hacer eso. Así que se lo vamos a ir contando, de a poco.
Es una gran ventaja vivir en una ciudad con tanta oferta “pizzera”, al menos para aquel que gusta de este plato tan simple.
Que rica la pizza de ese lugar, la conocí hace poco, a pesar que hace mucho tiempo que existe. Muy bueno el comentario.
ResponderBorrar